Guacolda-Leftraru: Ciencia de datos con el supercomputador más potente del país
Se erige como una tecnología crítica para el desarrollo científico nacional, con capacidad para calcular el equivalente a 25 mil notebooks conectados. Actualmente ayuda a más de 400 científicos y científicas que avanzan en más de 200 investigaciones de primera necesidad.
Por Comunicaciones CMM – U. de Chile
Comenzó a operar en 2014 con la unidad ‘Leftraru’ en las dependencias del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la U. de Chile. En 2019 el clúster ‘Guacolda’ vino a ampliar en cinco veces su capacidad de procesamiento, llegando a los 266 teraflops y 5.236 cores, con un disco duro de 274 terabytes y una memoria RAM de 23 terabytes. Hoy, Guacolda- Leftraru, alojado en el Laboratorio Nacional de Computación de Alto Rendimiento (NLHPC), puede usarse para resolver prácticamente cualquier problema, “especialmente aquellos que son muy intensivos en cómputo, o aquellos que requieren ser resueltos en menor tiempo de lo que tardan sistemas de menor capacidad”, enfatiza Ginés Guerrero, director ejecutivo del NLHPC.
El NLHPC ofrece recursos computacionales y de fomento a la colaboración de la comunidad científica del país para potenciar el impacto de la investigación, desarrollo e innovación. El aporte de Guacolda-Leftraru contribuye al bienestar nacional más allá de la ciencia, pues el equipo a cargo de la tecnología se preocupa también de optimizar la competitividad empresarial e impulsar las innovaciones que requiera el sector público.
Los servicios que ofrece el supercomputador abarcan iniciativas que requieren procesar enormes volúmenes de datos, en ámbitos tales como minería, agricultura, economía, medicina y química. De ellas destacan los modelos predictivos del cambio climático en el país y las investigaciones que actualmente abordan temáticas relacionadas a la pandemia del coronavirus.
“En este sentido, el uso del supercomputador ha sido clave para la lucha contra el COVID-19, contexto en el cual hemos albergado 14 proyectos relacionados. Mucha de la información obtenida ha sido un insumo clave para la toma de decisiones en la mesa gubernamental”, detalla Guerrero.
Una de las investigaciones que actualmente se desarrollan con la tecnología del NLHPC es dirigida por Nicolás Garrido, director del Departamento de Economía de la Universidad Diego Portales, quien utiliza el supercomputador para construir un modelo computacional de difusión de COVID-19, destinado a explorar los efectos de diferentes decisiones políticas. “Esta investigación no se podría realizar en computadoras comunes, ya que debemos proyectar el desplazamiento de 5 millones de personas en Santiago, por decir un caso”, destaca el investigador.
Paralelamente, Andy Mella Orellana, estudiante del doctorado en Ciencias de la Ingeniería mención Materiales de la FCFM, utiliza Guacolda- Leftraru con el fin de implementar un método bioinformático que colecte y agregue de forma automática las distintas variantes de SARS-CoV-2 a partir de secuenciaciones genómicas. “Hemos analizado 229.000 secuencias virales del SARS-CoV-2 hasta el 30 de noviembre de 2020, y logramos identificar más de 39.000 variantes en todo el mundo».
Investigaciones de alto impacto
Carlos Lagos, académico de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad San Sebastián, utiliza el supercomputador para identificar fármacos, donde aplica métodos computacionales. “El uso del clúster es primordial para esa tarea, pues permite disminuir los tiempos de cálculo e incrementa nuestra productividad”, argumenta. El uso del equipamiento del NLHPC ha permitido realizar simulaciones más largas y complejas “que han tenido como fruto trabajos de tesis de pregrado y la generación de publicaciones en revistas de buen impacto”, concluye Lagos.
Sin dudas, el aporte que Guacolda-Leftraru le entrega al desarrollo científico de Chile ha ayudado a posicionar la investigación local al servicio de fenómenos que requieren respuestas en el corto y mediano plazo. “Las posibilidades que este supercomputador tiene para resolver problemas y contribuir al país son infinitas”, subraya Ginés Guerrero.
“Es evidente que los países, para ser reconocidos en el mundo digital, deben dotarse de aptitudes en recursos humanos e infraestructura. Necesitamos capacidad de cálculo instalada localmente y eso es precisamente lo que representa el NLHPC, una capacidad crítica a nivel mundial para calcular en ciencia e industria. Así nos hacemos viables en el mundo digital”, explica el exdirector del CMM, Alejandro Maass.
“En Chile tenemos una brecha importante respecto de los países líderes en lo digital”, agrega Demián Arancibia, jefe del Equipo Futuro del Ministerio de Ciencia, quien recalca la importancia de contar con un laboratorio nacional de computación de alto rendimiento, que ofrezca espacios de formación de talento para todo el ecosistema nacional.
Fuente: ingenieria.uchile.cl