Destacó al NLHPC y la futura red fotónica nacional como plataformas para el trabajo conjunto entre academia, industria y gobierno.
Compartiendo escena con el ministro de Economía Luis Felipe Céspedes, el investigador italiano Fernando Liello y otros expertos, Eduardo Vera, gerente de Innovación del Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile (CMM), expuso frente a un público de más de 200 personas compuesto principalmente por empresarios y directivos de empresas en el seminario ‘Big Data=Big Business?’.
El evento abordó los desafíos que el uso de datos masivos traerá para la industria, la academia y el gobierno.
“La relación entre el mundo científico-académico y el mundo empresarial-comercial es tremendamente débil. Hacemos buena ciencia, pero tenemos debilidad en traspasar esa investigación a los mercados y la industria, que es realmente la dinámica de desarrollo de los países que han alcanzado niveles de ingreso y de calidad de vida mejor”, planteó Vera. “Big Data es una tremenda oportunidad de revertir esta situación”.
El académico del CMM comenzó su presentación relatando los pasos dados por la academia para crear lazos entre las distintas universidades y centros de investigación. En ese sentido, destacó el trabajo del Laboratorio Nacional de Computación de Alto Rendimiento (NLHPC, por su sigla en inglés), que creció de las siete organizaciones originales a 17 en la actualidad: “La creación del laboratorio forzó finalmente a la Universidad Católica y a la Universidad de Chile a estar en la misma red de conectividad”.
“Hemos tenido éxito en tener una estructura compartida, al menos a nivel académico”, afirmó al mostrar que, hoy, más de la mitad de los usuarios del NLHPC son externos a la Universidad de Chile.
Vera profundizó en las oportunidades que esta capacidad de supercómputo trae para la industria en minería, biomedicina y otras áreas.
“Los proyectos estructurales de Codelco, que equivalen a 24 billones de dólares, requieren modelamiento y capacidades de alto rendimiento para hacer estudios muy detallados de cómo se va a hacer factible esa tremenda inversión. Chuquicamata va a mina subterránea y El Teniente va tener un nivel que va a estar a mil metros bajo la montaña”, contó Vera, quien explicó también el proyecto de minería en tiempo real entre el CMM y Codelco que permitirá transmitir datos de las condiciones de riesgo y trabajo en las minas a operadores y jefes de manera casi instantánea: “Estos es un desafío enorme para la academia, la industria y el gobierno”.
En ese sentido, relacionó el aporte que el supercómputo puede hacer en minería con el concepto de smart cities, que busca un desarrollo urbano más eficiente y sustentable gracias a la tecnología: “Tenemos la oportunidad de hacer un piloto de smart mining, que es menos complejo que una ciudad, pero que implica optimizar el uso de la energía, transporte, la operación minera. Significa que los procesos no se optimizan en forma secuencial, sino que acopladamente. Requiere censar datos que se simulan y que se dan en forma casi instantánea al supervisor de mundo en forma de recomendaciones”.
También abordó los desafíos de conectividad para el supercómputo y el big data: “Es fundamental tener una red fotónica nacional, porque el volumen de datos que se va a transmitir en el futuro es de petabytes. No hay ninguna cuenta de una empresa de comunicaciones que soporte esto. Y eso es ir al uso de fibra oscura –una red totalmente óptica y de muy alta velocidad– para el uso de grandes cantidades de datos que tienen la academia, el gobierno y la industria”.
“Si el Big Data prende y se utiliza en forma masiva por el gobierno y la industria, no hay ninguna capacidad de procesamiento en Beauchef. De hecho, consumiríamos la electricidad de Santiago Poniente si tuviéramos que hacer eso. Y no es la idea”, explicó. “Habiendo avanzado en la conectividad, es necesario que estén las condiciones para instalar un clúster que sirva al país, un technology data center park, en el sur de Chile, donde hay energía muy abundante, energía que se pretendía producir ahí para consumir en Santiago. La idea es, justamente, utilizar esa energía en el sur y tener el acceso por la fibra oscura a esa región”.